EL TEATRO DENTRO DE HAMLET: LA RATONERA
Hamlet es una obra de teatro en la que buena parte de la acción se dedica a los preparativos de una obra teatral y su representación en la corte de Elsenor. La convención de mostrar el teatro dentro del teatro era una práctica frecuente en el drama isabelino y en Shakespeare a menudo sirve para hacer reflexionar al público sobre sí mismo y sobre la fina línea que separa la realidad del espectador y la ficción dramática. En Hamlet todo esto se acentúa, porque la obra que se representa contiene muchos paralelismos con la situación real en la corte de Dinamarca. Hamlet se sirve de la representación para poner en práctica su plan de averiguar si su tío es culpable y obtiene los resultados que buscaba.
Desde que Rosencrantz anuncia la llegada de los actores a la corte (pág. 111) hasta la brusca interrupción de la representación de El asesinato de Gonzago, cuando el rey se levanta (pág. 141), la obra ofrece gran cantidad de información sobre las peculiaridades del teatro en la época de Shakespeare: la rivalidad entre compañías, la conveniencia de salir de Londres de gira por provincias, la adjudicación de los papeles femeninos a muchachos, las actuaciones amateur de alumnos universitarios, la preferencia por la actuación natural frente a estilos artificiosos y afectados, la variedad de géneros dramáticos, la práctica de insertar nuevos parlamentos en una obra para una representación dada, el uso del mimo y la función del coro. En cierto modo, esta parte de la obra nos recuerda que la «universalidad» y la «atemporalidad» de Hamlet coexiste con su carácter de obra de su tiempo, firmemente anclada en un contexto histórico. Por otra parte, estas escenas también nos permiten conocer mejor la relación entre Hamlet y Horacio (la única persona en quien confía), entre Hamlet y Polonio (de cuyas veleidades dramáticas se burla el príncipe), entre Hamlet y sus amigos Rosencrantz y Guildenstern (de quienes a partir de aquí no se fiará) o entre Hamlet y Ofelia (hacia quien el príncipe proyecta los sentimientos que le inspira el segundo matrimonio de su madre). Y además, intercalados en estas escenas encontramos dos de los monólogos en los que Hamlet nos deja ver su estado de ánimo y el discurrir de su mente.
Hamlet es una obra de teatro en la que buena parte de la acción se dedica a los preparativos de una obra teatral y su representación en la corte de Elsenor. La convención de mostrar el teatro dentro del teatro era una práctica frecuente en el drama isabelino y en Shakespeare a menudo sirve para hacer reflexionar al público sobre sí mismo y sobre la fina línea que separa la realidad del espectador y la ficción dramática. En Hamlet todo esto se acentúa, porque la obra que se representa contiene muchos paralelismos con la situación real en la corte de Dinamarca. Hamlet se sirve de la representación para poner en práctica su plan de averiguar si su tío es culpable y obtiene los resultados que buscaba.
Desde que Rosencrantz anuncia la llegada de los actores a la corte (pág. 111) hasta la brusca interrupción de la representación de El asesinato de Gonzago, cuando el rey se levanta (pág. 141), la obra ofrece gran cantidad de información sobre las peculiaridades del teatro en la época de Shakespeare: la rivalidad entre compañías, la conveniencia de salir de Londres de gira por provincias, la adjudicación de los papeles femeninos a muchachos, las actuaciones amateur de alumnos universitarios, la preferencia por la actuación natural frente a estilos artificiosos y afectados, la variedad de géneros dramáticos, la práctica de insertar nuevos parlamentos en una obra para una representación dada, el uso del mimo y la función del coro. En cierto modo, esta parte de la obra nos recuerda que la «universalidad» y la «atemporalidad» de Hamlet coexiste con su carácter de obra de su tiempo, firmemente anclada en un contexto histórico. Por otra parte, estas escenas también nos permiten conocer mejor la relación entre Hamlet y Horacio (la única persona en quien confía), entre Hamlet y Polonio (de cuyas veleidades dramáticas se burla el príncipe), entre Hamlet y sus amigos Rosencrantz y Guildenstern (de quienes a partir de aquí no se fiará) o entre Hamlet y Ofelia (hacia quien el príncipe proyecta los sentimientos que le inspira el segundo matrimonio de su madre). Y además, intercalados en estas escenas encontramos dos de los monólogos en los que Hamlet nos deja ver su estado de ánimo y el discurrir de su mente.
Os enlazo una magnífica web de la que he extraído este fragmento.
En estos fragmentos de la obra se aprecia todo lo que comentamos en clase sobre EL TEATRO DENTRO DEL TEATRO en Hamlet .
III.ii Entran HAMLET y dos o tres ACTORES.
HAMLET
Te lo ruego, di el fragmento como te lo he recitado, con soltura de lengua. Mas si voceas, como hacen tantos cómicos, me dará igual que mis versos los diga el prego-nero. Y no cortes mucho el aire con la mano, así; hazlo todo con mesura, pues en un torrente, tempestad y, por así decir, torbellino de emoción has de adquirir la sobrie-dad que le pueda dar fluidez. Me exaspera ver cómo un escandaloso con peluca desgarra y hace trizas la emoción de un recitado atronando los oídos del vulgo, que, en su mayor parte, sólo aprecia el ruido y las pantomimas mas absurdas. Haría azotar a ése por inflar a Termagante: eso es más herodista que Herodes. Te lo ruego, evítalo.
ACTOR 1.0
Esté segura Vuestra Alteza.
HAMLET
Tampoco seas muy tibio: tú deja que te guíe la prudencia. Amolda el gesto a la palabra y la palabra al gesto, cuidando sobre todo de no exceder la naturalidad, pues lo que se exagera se opone al fin de la actuación, cuyo objeto ha sido y sigue siendo poner un espejo ante la vida: mostrar la faz de la virtud, el semblante del vicio y la forma y carácter de toda época y momento. Si esto se agiganta o no se alcanza, aunque haga reír al profano, disgustará al juicioso, cuya sola opinión debéis valorar mucho más que un teatro lleno de ignorantes. No quiero ser irreverente, pero he visto actores (elogiados por otros en extremo) que, no teniendo acento de cristiano, ni andares de cristiano, pagano u hombre alguno, se contonean y braman; de tal modo que parece que los hombres fuesen obra de aprendices de la Naturaleza, viendo lo vilmente que imitan a la humanidad.
ACTOR 1.0
Señor, espero que eso lo tengamos bastante dominado.
HAMLET
Dominadlo del todo. Y que el gracioso no se salga de su texto, pues los hay que se ríen para hacer reír a un grupo de pasmados, aunque sea en algún momento crítico del drama. Eso es infame, y demuestra una ambición muy lamentable en el gracioso. Anda, preparaos.
Salen los ACTORES.
Entran POLONIO, ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN.
Comentario [L42]: Supuesto dios de los sarracenos, presentado en el teatro medieval como personaje estruendoso y violento. Lo mismo cabe decir de Herodes como personaje teatral, al que Hamlet se refiere a continuación.
Comentario [L43]: Hamlet se excusa por adelantado: la irreverencia consistiría en insinuar, como hace después, que a los hombres no los hizo Dios
HAMLET
Te lo ruego, di el fragmento como te lo he recitado, con soltura de lengua. Mas si voceas, como hacen tantos cómicos, me dará igual que mis versos los diga el prego-nero. Y no cortes mucho el aire con la mano, así; hazlo todo con mesura, pues en un torrente, tempestad y, por así decir, torbellino de emoción has de adquirir la sobrie-dad que le pueda dar fluidez. Me exaspera ver cómo un escandaloso con peluca desgarra y hace trizas la emoción de un recitado atronando los oídos del vulgo, que, en su mayor parte, sólo aprecia el ruido y las pantomimas mas absurdas. Haría azotar a ése por inflar a Termagante: eso es más herodista que Herodes. Te lo ruego, evítalo.
ACTOR 1.0
Esté segura Vuestra Alteza.
HAMLET
Tampoco seas muy tibio: tú deja que te guíe la prudencia. Amolda el gesto a la palabra y la palabra al gesto, cuidando sobre todo de no exceder la naturalidad, pues lo que se exagera se opone al fin de la actuación, cuyo objeto ha sido y sigue siendo poner un espejo ante la vida: mostrar la faz de la virtud, el semblante del vicio y la forma y carácter de toda época y momento. Si esto se agiganta o no se alcanza, aunque haga reír al profano, disgustará al juicioso, cuya sola opinión debéis valorar mucho más que un teatro lleno de ignorantes. No quiero ser irreverente, pero he visto actores (elogiados por otros en extremo) que, no teniendo acento de cristiano, ni andares de cristiano, pagano u hombre alguno, se contonean y braman; de tal modo que parece que los hombres fuesen obra de aprendices de la Naturaleza, viendo lo vilmente que imitan a la humanidad.
ACTOR 1.0
Señor, espero que eso lo tengamos bastante dominado.
HAMLET
Dominadlo del todo. Y que el gracioso no se salga de su texto, pues los hay que se ríen para hacer reír a un grupo de pasmados, aunque sea en algún momento crítico del drama. Eso es infame, y demuestra una ambición muy lamentable en el gracioso. Anda, preparaos.
Salen los ACTORES.
Entran POLONIO, ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN.
Comentario [L42]: Supuesto dios de los sarracenos, presentado en el teatro medieval como personaje estruendoso y violento. Lo mismo cabe decir de Herodes como personaje teatral, al que Hamlet se refiere a continuación.
Comentario [L43]: Hamlet se excusa por adelantado: la irreverencia consistiría en insinuar, como hace después, que a los hombres no los hizo Dios
Excelente blog.
ResponderEliminarTengo dos dudas con respecto a las presentaciones:
1. 'El asesinato de Gonzago' es lo mismo que 'la ratonera' o que 'la pantomima'
2. Cuál de las representaciones de la pregunta anterior se representa primero
Gracias
Tengo dos dudas con respecto a las presentaciones:
ResponderEliminar1. 'El asesinato de Gonzago' es lo mismo que 'la ratonera' o que 'la pantomima'
2. Cuál de las representaciones de la pregunta anterior se representa primero
Gracias