jueves, 3 de noviembre de 2011

EDIPO Y LA ESFINGE

Gustave Moreau. 1808.

 Jean A. Dominique Ingres. 1808
Cumplida la primera parte del oráculo y sin saber que había asesinado a su propio padre, Edipo continuó su viaje hasta llegar a las puertas de la ciudad de Tebas, custodiada por una terrible Esfinge, un monstruo que daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos, atormentando al reino de Tebas que impedía la entrada y tenía rostro de mujer, cuerpo y garras de león, y alas de pájaro.
      - Sólo podrás entrar en la ciudad si resuelves este enigma -propuso la Esfinge a Edipo-. Y nadie hasta ahora lo ha logrado.
Dime: “¿Cuál es el único ser vivo que según avanza su vida cambia el número de pies: por la mañana es cuadrúpedo; bípedo, al mediodía, y trípedo por la tarde? Y cuantos más pies tiene, más difícil le resulta moverse y menos fuerza tiene”.
      - “Sin duda, es el ser humano -respondió Edipo-. Pues de niño anda a gatas; en la madurez anda sobre dos pies; y en la vejez, como suele apoyarse en un bastón, parece que tenga tres pies”. La explicación consiste en esto: La mañana, la tarde y la noche traducen las etapas de la vida.
      Al oír la respuesta, como era cierta, la Esfinge se arrojó por un barranco y murió. Tebas se libró de la peste. Edipo se casó con Yocasta y se convirtió en rey, pues se había prometido que quien resolviera el enigma se casaría con la viuda de Layo y reinaría en la ciudad.
      La segunda parte de la profecía, como no podía ser de otra manera, también fue cumplida.
François-Xavier Fabré. La Esfinge.


Información sacada de: http://perso.wanadoo.es/juagru/hp/edipo/edipo2.htm  
y http://es.wikipedia.org/wiki/Edipo




Maria José Grau Vila